- Hola padre, he vuelto.
- Lo sé, te he visto venir y entrar por esa puerta, por la que aquella noche, tan resuelto, juraste no regresar.
- Ha sido un duro viaje sabes; partí hacia acá a prisa pensé que no podría llegar.
- Igual aquí estás, que más da?
- Hay tantas cosas que te quisiera contar, debí sacar algo te tiempo para venirte antes a visitar.
- Vivir pensando en lo que no hiciste, es tu tiempo presente desperdiciar.
- Mas cuéntame hijo mío, por qué ahora te decides aparecer?
- Oh! Padre mío, casi no te logro reconocer.
- Esos cabellos blancos, y esas partes en dónde ya ni han de crecer.
- Esa piel arrugada, y labios tristes de tanto padecer.
- Vienes luego de 15 años ¿solo para que mi vejez te venga a sorprender?
- Tu voz escucho o a lo lejos, me ha de parecer.
- Es solo tu remordimiento, ¿no lo logras entender?
- Oh mira, aquí viene tu madre, abrázala, finge que la has de querer,
- Hazla sentir aquello que sintió esa mañana en qué tú viniste a nacer.
El papá.
Tanto me esforcé en hacerte feliz,
y aún así te fuiste para siempre,
vienes ahora que yo ya no estoy aquí,
Solo a escuchar como la gente dice que lo siente.
Partiré con mi corazón lleno de amor a ti,
y lágrimas en mis ojos, que ya no puedo derramar,
Y aun que te fuiste y no volviste,
ten por seguro que no te dejare de amar.
El hijo.
Oh papá, me fui con el corazón roto y lleno de irá,
caminé largo tiempo solo y sin un destino,
luego de que el amor encontré, fue mi salida,
y trate de encontrarte, y no encontré el camino,
hoy vuelvo aquí a tus brazos,
buscando un abrazo,
de un cuerpo rígido y frío
que ya no me los dará.
Tu voz en esta casa no se escuchara,
tomaré este trago a tu salud,
viendo cerrar lentamente la tapa de tu ataúd.
Para que decirte que te amo
o lo mucho que te extrañaré.
Cuando pude, no estuve a tu lado,
Y los buenos momentos de seguro los dañe.
Vengo tarde a tu lado, a buscar perdón,
cuando ya has partido de nuestro lado, lleno de desdicha,
ay!, pero también lleno de amor.