Y cuando el ultimo hombre haya caido
y de la batalla ya no quede mas que dolor
cuando el ultimo de los vivos haya partido
y en el ambiente la sangre impregne su olor.
Cuando el rio se tiña de rojo
y los carroñeros vengan por su parte
y las carnes desparramadas a su antojo
del paisaje ya formen parte.
Y cuando las lagrimas derramadas,
luego del correr de la noticia,
invadan las calles mas apartadasa
y limpien de estas, hasta la codicia.
Y cuando los fuertes llantos se escuchen,
incluso por encima del sonido de la noche,
y la muerte salga a bailar por las calles,
a celebrar su triunfo con deroche.
Solo entonces entenderan, volviendo la vista hacia atras,
que del odio y la vengaza solo uno es triunfador,
y que los numeros de viudas y huerfanos,
se suman por miles al perdedor.