el motivo de mi felicidad,
por ella soy un héroe
o un caballito para montar.
Es tu rostro, aun dormido
lo que ayuda a despertar,
muy temprano en la mañana,
solo para verte soñar.
Son las medias palabritas,
que aún no logras pronunciar,
las que me dicen cada dia
que no debo renunciar.
Es tu existencia en sí
la que me hizo ser papá.
Fue tu llegada a mi mundo
lo que me enseñó a amar.